Ventajas y desventajas de hacerte distribuidor de una marca

Ser distribuidor de algún producto es a veces una buena salida laboral aunque no está exenta de riesgos. Si tú te estás planteando elegir este camino, has de tener muy en cuenta a qué ventajas y desventajas te enfrentas y para eso nosotros vamos a hacer una recopilación de todas ellas para que puedas decidir si finalmente das el paso o no.

Ventajas y desventajas de hacerte distribuidor de una marca

1. Ventajas

Primero de todo, tendremos que diferenciar entre diferentes tipos de distribución si atendemos al producto en cuestión. No es lo mismo hacerte distribuidor de una marca consolidada, de alguno de sus productos que ya sabemos que sí funcionan en el mercado; a arriesgarte con un artículo o marca que aún son desconocidas en nuestro mercado.

Así, si nos quedamos con la primera de las dos opciones, podemos decir que una de las ventajas es la de conocer a ciencia cierta cómo se comporta una marca o uno de sus productos en nuestro mercado y por tanto, jugar a caballo ganador. Eso sí, habrá que tener muy en cuenta el área geográfica en la que nos centramos, pues no debe estar saturada.

En el caso de ser distribuidor de un artículo ya conocido, otra de las ventajas es que los costes de promoción son menores, o incluso inexistentes, ya que el producto o la marca es suficientemente conocida, no hace falta hacer campaña de promoción.

Otra de las ventajas de ser distribuidor de una marca es en la mayoría de los casos la eliminación de intermediarios, pues casi siempre negociarías directamente con la marca. La interacción sería, por tanto, directa, negociando las condiciones con ellos (duración del contrato, exclusividad, objetivos de ventas, etc.).

Una de las ventajas más importantes de ser distribuidor de una marca es la posibilidad de crecer si las cosas van bien. Y hablamos de crecer en todos los sentidos, tanto como empresa (contratación de más personal) como volumen de negocio e ingresos, pasando por una expansión geográfica incluso internacional. Si eres una persona ambiciosa, ser distribuidor puede ser una buena salida.

En este sentido, si optas por una marca o productos aún desconocidos en España, puedes optar también por una distribución en exclusiva, con las ventajas que ello conlleva (ninguna competencia entre otras cosas).

Por último, también hay que decir que se trata de una actividad muy reglada por la legislación y sujeta (como hemos mencionado anteriormente) a contratos muy detallados, por lo que eso es una garantía a la hora de posibles conflictos.

2. Inconvenientes

Anteriormente hemos mencionado la posibilidad de hacerte distribuidor de una marca nueva o un artículo desconocido en nuestro mercado. De ser así, uno de los inconvenientes sería la incertidumbre de apostar por ello y de un aumento de los costes asociados a ello: estudios de mercado previos, promoción, temas de importación, etc. Se trata por tanto de tener un capital mayor, arriesgar más y gastar más, aunque si sale bien, los beneficios serían mayores y podrías aglutinar una mayor cuota en el mercado de la distribución de ese producto o marca.

Si decides apostar por una marca o producto desconocido, aunque hemos indicado que te ‘ahorras’ riesgos, la desventaja es que los beneficios podrían ser menores y la posibilidad de crecimiento, más lenta.

Otra desventaja relativa es que tu negocio está, al fin y al cabo, en manos de la empresa a la que representas y de sus decisiones. Aunque te ampare un contrato firmado con ella, finalmente todo el negocio depende de las decisiones de la empresa por un lado y de los condicionantes sobre ella: es decir, si va mal por cualquier cosa y tiene que cerrar, o hay recortes de producción o algo similar, afectará a tu negocio de distribución.

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