Los últimos días antes de irnos de vacaciones -incluso, las últimas semanas- suelen ser muy estresantes en el trabajo, si es que tenemos la suerte de estar trabajando y de tener vacaciones (si no vas a tener vacaciones en verano, te recomendamos que sigas estos 10 consejos para disfrutar de un verano sin vacaciones).
La empresa debe planificar con tiempo cómo cubrir las vacaciones de sus empleados (iStock)
La mayor parte de responsabilidad (por no decir culpa…) de esa dosis extra de estrés que nos acompaña antes de irnos de vacaciones no la tenemos nosotros, sino la empresa. Sobre todo si los jefes o el personal de recursos humanos no tienen en cuenta estas cosas que debe hacer la empresa antes de las vacaciones…
Teniendo en cuenta, en la medida de lo posible, las preferencias de sus trabajadores, la empresa debe planificar las vacaciones de sus empleados con la suficiente antelación -al menos, dos meses- para que sus trabajadores puedan saber las fechas de sus vacaciones y hacer sus planes.
Antes de que lleguen las vacaciones, la empresa debe (al menos, debería) hacer una previsión de las necesidades de producción que haya en los meses de verano y estudiar la posibilidad de contratar personal que refuerce sus equipos de trabajo durante la época de vacaciones.
Las personas encargadas del pago mensual a los empleados también tienen derecho a irse de vacaciones, pero no sin antes asegurarse de que todos los trabajadores han percibido sus nóminas y, si procede, sus pagas extras en los plazos, formas y cuantía establecidos. Que nos vayamos de vacaciones no significa que la empresa se coja vacaciones en los pagos…
Además de las cosas que debe hacer la empresa antes de las vacaciones, también hay cosas que no debe hacer, como cambiarnos las vacaciones en el último momento. En este otro artículo del blog de Oficina Empleo te contamos qué hacer si te cambian las vacaciones el día antes, algo que las empresas no “deben” hacer pero que, por desgracia, sí “pueden” hacer… y hacen.
Tener vacaciones es un derecho de los trabajadores que no puede ser reemplazable por una compensación económica a cambio de renunciar a ellas.
En teoría, no tendríamos por qué adelantar trabajo antes de irnos de vacaciones. Pero sólo en teoría, porque en la práctica sabemos que en la mayoría de los casos, si no adelantamos trabajo antes, no saldrá el trabajo en nuestra ausencia, nos llamarán durante nuestras vacaciones o nos encontraremos con una ingente cantidad de trabajo a la vuelta de las vacaciones. O peor aún: puede que ocurra todo eso.
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