¿Te mudarías de ciudad por trabajo?

Todos sabemos lo difícil que está el mercado laboral de unos años a esta parte debido a la crisis. Todo ello ha provocado menos puestos de trabajo y los que hay, más precarios. No es lo único. También nos ha llevado en ocasiones a tener que aceptar puestos de trabajo que en condiciones normales no se hubieran ofertado. Entre esas condiciones que tal vez hemos tenido que aceptar está la de mudarnos de ciudad para poder trabajar. No es algo tan raro y si no, echa un vistazo a estos datos.

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1. Aumento de la movilidad laboral.

Hace pocos días, el Ministerio de Empleo daba a conocer su informe anual sobre contratación y movilidad de los trabajadores correspondiente a 2014, y de él se desprende que la tasa de movilidad ha crecido cuatro décimas con respecto al año anterior.

2. ¿Qué es la tasa de movilidad?

Esa tasa que decimos que se ha incrementado es la proporción de contratos que implican desplazamiento sobre el total de los que afectan al territorio. Esa tasa se situó en 2014 según los datos del Ministerio en 12,66 por ciento. Es decir, que el 12,66 por ciento de contratos implicó un traslado interprovincial, cuatro décimas más (como decíamos antes) que el año anterior.

3. ¿Qué supone esta subida?

Estas cuatro décimas son la subida más fuerte de esta tasa desde 2001.

4. En número de contratos.

Si atendemos al número de contratos, en 2014 se formalizaron un total de 16,6 millones de ellos, un 13,10 por ciento más que en 2013. De ellos, 2,1 millones fueron contratos de movilidad, un 16,94 por ciento más que un año antes. Todo esto significa que la proporción en la que aumentan el número de contratos totales no crece al mismo ritmo que los de movilidad, cuyo ritmo es mayor.

5. Por provincias.

Si nos fijamos en las provincias con mayor movilidad, por un lado tenemos a Madrid y Barcelona, las de mayor saldo positivo (es decir, las que más trabajadores reciben); mientras que en el lado contrario está Cádiz, la provincia con mayor saldo negativo. Se da la circunstancia que las dos primeras llevan desde el año 2000 ostentando este ‘honor’ mientras que Cádiz hace lo propio desde 2001.

6. ¿Quién se va?

Está claro que no todo el mundo puede aceptar un trabajo que implique irse a vivir a otra provincia. Depende mucho de las circunstancias personales, del contexto familiar también, si tienes que mantener una vivienda en el lugar de donde te vas por ejemplo también. Así, el perfil del trabajador que más se mueve es el de un hombre, con una edad media de 35 años y con una formación o muy alta (universitaria) o sin estudios. Los extranjeros tienen una mayor tasa de movilidad y los profesionales científicos o técnicos tienen la tasa más alta de todas las actividades.

7. Conclusión.

Lo que está claro, y los datos no mienten, es que cada vez hay más españoles que deciden aceptar un trabajo fuera de su provincia. Si eres de los que te lo estás planteando, puede tratarse de una buena oportunidad de conocer gente nueva y adquirir nuevas experiencias tanto laborales como personales. Muchos de los que se van, lo hacen teniendo claro que volverán a su lugar de origen pero otros muchos terminan haciendo de su nuevo destino su residencia definitiva, y más si allí conoces a tu futura pareja y, quién sabe, a lo mejor ampliar la familia.

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