Becarios en una empresa: los tipos que se pueden encontrar

El término “becario” engloba en realidad varias modalidades diferentes de trabajo que son fáciles de confundir. Un becario o becaria únicamente debería ser la persona que presta unos servicios a una empresa que tiene un convenio de colaboración con una universidad o un centro de formación. Pero el uso de la palabra “becario” se extiende más allá para referirse muchas veces a los jóvenes que empiezan a trabajar en una empresa no sólo durante su etapa universitaria, sino también después de terminar sus estudios.

La clave está en distinguir entre una beca, un contrato de formación y un contrato en prácticas. La beca no es un contrato de trabajo, sino un convenio de colaboración entre un centro de enseñanza -normalmente, una universidad o centro de estudios superiores- y una o varias empresas. Lo normal es que ese convenio tenga una duración que varíe entre los 3 y los 6 meses y que la jornada de trabajo sea reducida y oscile entre las 4 y las 6 horas diarias. Por desgracia, muchas de estas becas no están remuneradas y muchas empresas se aprovechan de ello.

Para quién va dirigido el contrato de formación

El contrato para la formación y el aprendizaje está dirigido a personas de entre 16 y 25 años que no tengan una titulación o formación profesional reconocida. La duración del contrato varía entre un año, el período mínimo, y tres años, que es el límite máximo en el que una persona puede tener un contrato de estas características. Además, a las personas contratadas bajo esta modalidad se les debe garantizar un tiempo dedicado a la formación. En el primer año, el tiempo dedicado al trabajo no puede superar el 75% de su jornada ni el 85% a partir del segundo año.

El contrato en prácticas, en cambio, sólo es válido para quienes tienen una titulación universitaria, un título de Formación Profesional o un título equivalente. Su duración oscila entre los 6 meses y los 2 años y el salario no puede ser inferior  durante el primer año al 60% del salario que perciba un trabajador que desarrolle funciones similares ni inferior al 75% durante el segundo año.

Otros tipos de becarios

Otra modalidad, también de contrato temporal, es el contrato de primer empleo joven. Dirigido a jóvenes desempleados inscritos en la Oficina de Empleo correspondiente que sean menores de 30 años (o menores de 35 años si tienen reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33%). Y que no cuenten con experiencia laboral o, en caso de tenerla, que sea inferior a tres meses. La duración mínima del contrato es de tres meses y la máxima, de seis meses salvo que el correspondiente convenio colectivo recoja una duración mayor que en ningún caso puede superar el período máximo de un año.

En realidad, como decíamos al principio, los tipos de becas relacionados con el empleo son diferentes a estas modalidades de contrato temporal. En cambio, sí deben considerarse becarios -durante los dos primeros años de su doctorado o programa de investigación- los graduados universitarios que sean investigadores en formación. Una vez terminada la beca, a los dos años, podrá tener un contrato en prácticas que cubra, como máximo, los dos siguientes años de su investigación.