¿Borracho en la cena de empresa? Puede ser motivo de despido

Estamos en plena Navidad y gran parte de las compañías ya han celebrado sus típicas cenas de empresa. Seguro que este año algún compañero se ha bebido algún vinito de más cenando, se ha tomado muy a pecho lo de “barra libre” y se ha puesto excesivamente cariñoso o se ha convertido en el rey de la pista.

Todas estas situaciones, que a priori son graciosas, pueden llegar a suponer un motivo de sanción que puede llegar a derivar en un despido procedente. ¿Y cómo saber si estás en peligro de sanción o que te echen?

Aunque te encuentres fuera de tu lugar y horario de trabajo, insultos, faltas de respeto o acciones similares son perfectamente sancionables. A pesar de que seas protagonista de alguna de ellas, hay que destacar que es difícil que una sanción por estos motivos pueda derivar en un despido procedente.

Sin embargo, si se sube el nivel, es decir, si se comete durante la celebración de la cena de Navidad una agresión, amenazas o algo por lo que el empleado ya ha sido amonestado anteriormente sí que puede correr el peligro de que le vayan a echar.

Pero si tu sólo te has pasado con las copas y tienes miedo de que tu jefe tome represalias sólo debes tener cuidado si este consumo excesivo es habitual. Una empresa puede despedir a un empleado por embriaguez o haber consumido drogas siempre y cuando sea una situación habitual y repercuta en su trabajo.

Lo común, cuando un empleado se sobrepasa, es que se aplique lo que estipule el convenio colectivo. Dependiendo del acto a valorar la falta puede ser leve o muy grave y ser suspendido de empleo y sueldo unos días o varios meses.

Por lo tanto, si conoces de alguien que ha sido despedido por pasarse en la cena de Navidad hazle saber que un juez lo consideraría desproporcionado. A ojos del magistrado sería una medida desmesurada y el teórico despido procedente pasaría a ser un despido improcedente.