Cómo llevar una relación de pareja en el trabajo

¿Seguro que tener una relación con un compañero o compañera de trabajo es algo negativo? De entrada, significa dos cosas buenas: que tenemos pareja… y que tenemos trabajo. Otra cuestión es que tanto una ventaja como otra puedan correr peligro cuando surjan los inevitables problemas de pareja. Por eso, aunque cada pareja y cada trabajo son un mundo, nos hemos planteado cómo llevar una relación en el trabajo.

En primer lugar, hay que ver una relación de pareja en el trabajo como algo normal. Quienes tienen la oportunidad de trabajar pasan muchas horas cada día en la oficina o en su lugar de trabajo, así que muchas veces es más fácil interesarse por una persona que hemos conocido en el trabajo que en un entorno distinto al laboral. Y más aún si no tenemos una vida social activa. De hecho, se cree que más del 10% de las parejas en España han tenido su origen en el trabajo.

Claro que, a pesar de ser algo lógico y natural, no todo el mundo lo percibe así. Y no nos referimos únicamente a los jefes, que en muchos casos creerán que una relación entre compañeros de trabajo puede distraer a sus dos empleados y perjudicar su rendimiento, sino también a los otros trabajadores. No nos engañemos: a casi todos nos gusta el cotilleo y una relación entre compañeros de trabajo alimenta como ninguna otra cosa el afán por el cuchicheo.

Pero, ¿qué podemos hacer para evitar el cotilleo si nuestra pareja trabaja con nosotros? Si estamos empezando la relación, la tendencia lógica es intentar ocultarlo. Y no sería mala opción si no fuera por un detalle: que los demás, más pronto que tarde, van a enterarse o a sospechar. Así que, si se produce esa situación, estaremos más cómodos si no escondemos que somos pareja y así facilitaremos que haya más naturalidad.

Eso, de puertas hacia fuera. De puertas hacia dentro, que es lo verdaderamente importante, si siempre debemos cuidar que el trabajo afecte lo menos posible a nuestra relación de pareja, debemos poner aún más empeño si la otra persona trabaja con nosotros. Si nuestra pareja trabaja en otro área o departamento, lo tendremos más fácil porque evitaremos posibles roces. Pero si estamos saliendo con alguien del trabajo, lo más probable es que sea con alguien con quien trabajamos cada día. En ese caso, el consejo es tan fácil de dar como difícil de cumplir: separar lo profesional de lo personal.

Por cierto, para los jefes que vean una relación entre compañeros de trabajo como algo perjudicial para los intereses de la empresa, ahí va este dato: según un estudio, el 65% de los trabajadores son más productivos cuando tienen una relación de pareja con un compañero o compañera de trabajo. Quizá porque la motivación, algo tan difícil de mantener en un empleo, la encuentran cerca y a diario.

Y un detalle más para que los jefes no vean peligro -algunas empresas, sobre todo en países como Estados Unidos, prohíben las relaciones de pareja entre empleados- en que dos de sus trabajadores sean pareja: que muchos jefes y jefas también tienen una relación de pareja con personas de la misma empresa.