Formación ‘low cost’ una alternativa real
Hoy en día gracias a las oportunidades que nos brinda Internet, no sólo es posible buscar empleo a través de la red sin movernos de casa. A la hora de formarnos para seguir creciendo como profesionales, Internet ha roto las barreras que anteriormente imponían los cursos de formación presenciales. Los campus se han vuelto virtuales y todas las universidades y centros educativos disponen de su propia aula virtual, en la que es el estudiante quien decide cuándo y cómo estudia, de tal manera que los cursos se han hecho más accesibles. Desde la sección de Aula Abierta del diario El Economista, os traemos esta oportunidad de formación buena y barata.
La formación, además, parece haberse adaptado a los tiempos de crisis en los que quizá pagar un máster de 8.000 es practicamente imposible. Además muchas escuelas en este contexto se han visto obligadas a reinventarse y ofrecer cursos gratuitos a desempleados y estudiantes, pero hay otras que han tenido que sacrificar su formación a bajo coste para poder seguir abiertas.
No obstante, hay casos como el de la UNED, que ha puesto en marcha un proyecto abierto a todo aquel que quiera seguir formándose, ya que el único requisito es aprender. No hace falta ser alumno ni estar matriculado en la universidad ni tampoco hay que pagar por la información. Por supuesto, por tratarse de la Universidad de eduación a distancia por excelencia, cada alumno puede elegir cuándo y de qué manera estudia. Cursos gratis y a la carta, que son los agrupados en Opencourseware, una inicitva en la que la universidad colabora con las fundaciones William and Flora Hewlett y Andrew W. Mellon y el Instituto Tecnológico de Massachusets con el fin de darles más oportunidad a los estudiantes o autodidactas poniendo a su disposición herramientas gratuitas para que completen su formación. La parte mala es que no se recibirá ningún tipo de título o reconocimiento que acredite que se ha seguido el curso ni tampoco se podrá consultar a los profesores, de tal manera que los que decidan hacerlos tendrán que apañarse sólo con los contenidos en red. El premio es el placer del saber.
Además, no son sólo las universidades las que imparten cursos ‘low cost’ sino también muchos centros de formación que cuentan con cursos gratuitos o de muy bajo coste para universitarios, estudiantes o trabajadores. La Escuela Internacional de Medios Audiovisuales, por ejemplo, abre sus aulas a precios mínimos: talleres de realización de documentales, fotografía, locución, doblaje, dibujo por ordenador o guión de cine entre 34 y 44 euros al mes. Eso sí, estos estudios requieren cierta familiarización con el mundo informático y audiovisual, pero los horarios son flexibles para poder compaginarse con más formación o con, en el mejor de los casos, trabajo.
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