Jornada intensiva vs jornada completa: ¿qué es mejor?

Antes de ver si es mejor tener jornada intensiva o jornada partida, y sea cual sea el tipo de jornada que tenemos a lo largo del año, debemos valorar algo más importante: que si tenemos una jornada laboral, aunque no nos guste, significa que tenemos un empleo. Aunque el trabajo nos guste todavía menos que la jornada que tenemos y aunque pensemos que nuestro trabajo no puede estar peor pagado. Si es tu caso o a día de hoy te encuentras en situación de desempleo, te recomendamos que consultes las ofertas de trabajo existentes en Oficinaempleo.com.

jornada intensiva y jornada completa

Imagen de una chica trabajando con su ordenador (iStock)

Ahora sí, si nos preguntamos qué es mejor entre jornada intensiva y jornada completa, la mayoría de nosotros lo tendremos claro: la intensiva. Y más aún si sólo tenemos jornada intensiva en verano y/o los viernes durante el año o, peor aún, si en nuestro trabajo siempre tenemos jornada completa… e “intensa”.

A la hora de elegir entre jornada intensiva y jornada completa como la mejor opción, las razones para quedarnos con la primera ganan a los motivos para preferir la jornada completa. De entrada significa que tendremos las tardes libres, que no tendremos que dedicar una o dos horas (en algún caso, incluso hasta tres) a comer y a hacer tiempo hasta volver a trabajar, que tendremos más tiempo libre y que la conciliación entre la vida laboral y familiar será, en la mayoría de los casos, más sencilla.

Ventajas de la completa vs intensiva

Claro que igual de respetable es la opción de preferir la jornada completa, que también tiene sus partidarios y sus ventajas en comparación con la intensiva. Por ejemplo, madrugar menos (por lo general) que quienes tienen jornada intensiva y, por lo tanto, poder acostarnos algo más tarde; no tener que trabajar durante 7 u 8 horas seguidas, sino trabajar a jornada partida; y no comer tan tarde como quienes tienen jornada intensiva y salen de trabajar a las 15:00 o las 16:00.

Respetando, por supuesto, a quienes entre jornada intensiva y jornada completa preferís esta última, parece que las razones para preferir la primera parecen más sólidas. Sobre todo una que resume sus ventajas: que, por lo general, tenemos que dedicar menos tiempo a trabajar y más tiempo para dedicárselo a los demás y a nosotros mismos.

El problema es que en pocos casos podremos elegir entre una de las dos jornadas, sino que tendremos que adaptarnos a los horarios de las empresas. Y ya sabemos la importancia que suelen dar las empresas a las preferencias de sus trabajadores…

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Comentarios
  1. Pedro
    • Jesús
      • Ana de Oficina Empleo

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