Las profesiones más antiguas (y no es la que estás pensando)
Además de cocinero, como ya hemos avanzado, otra de la profesiones más antiguas que ha practicado el hombre es la de cazador, efectivamente en el Paleolítico para sobrevivir cazaban animales, aunque hoy sea una actividad relegada a hobby u ocio. Hubo que esperar a la invención del fuego para que la comida se pudiera cocinar, y sin duda, son dos profesiones que van de la mano.
Alfarero, agricultor o aguador son otras de las profesiones de las que se tiene constancia hace miles de años, y hoy, en desuso o que se siguen ejerciendo de forma residual. El trabajo de alfarero es un oficio artesano que nada tiene que ver con la importancia que tenía antaño.
El oficio de aguador existió hasta el siglo XIX y se tiene constancia de su existencia como tal desde el siglo XI. Si es un oficio que nos resulta familiar es debido a los impresionantes cuadros que realizó Velázquez en 1620 ‘El aguador de Sevilla’ y Goya en versión femenina de 1810.
Hay profesiones que no sabemos exactamente cuando aparecieron y que son muy antiguas. Nos referimos a la profesión de sacerdote o chaman, político y comerciante. La necesidad de intercambios aunque fueran sin existencia de dinero como lo conocemos hoy en día se dio con mucha frecuencia desde el Neolítico, es decir, antes de que aprendiéramos a escribir.
Y el jefe de la manada, es decir, el político que gestiona los recursos de la comunidad ha existido desde que los hombres empezaron a organizarse en grupo.
Otra profesión muy antigua es la de profesor. Dado que el hombre es el animal de la creación que necesita de sus progenitores para sobrevivir, la enseñanza forma parte del ADN de la supervivencia humana y para aprender a tallar las piedras y hacer puntas de lanza un hombre tuvo que enseñar a sus iguales. Esta profesión tiene más de dos millones de años.
Curioso ¿verdad? A veces las cosas no son lo que parecen.
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