“Parecer ocupado”: ¿un nuevo estatus profesional?

De la misma manera que hay diferentes tipos de becarios, tal y como te hemos contado recientemente en otro artículo del blog de Oficina Empleo, también hay diferentes tipos de trabajadores en general, con independencia del contrato que tengan con la empresa.

Una de las clases de trabajador más curiosas es la de esa persona que parece que hace mucho cuando en realidad hace más bien poco… o casi nada. Puede que los jefes caigan en la trampa de pensar que ese empleado que siempre parece muy ocupado es el más trabajador y el más comprometido con la empresa, pero los compañeros de trabajo saben perfectamente que sólo se trata de una apariencia que no se corresponde con la realidad.

Este tipo de trabajador normalmente es poco apreciado por sus compañeros, que en algunos casos tienen que sacar adelante el trabajo que no hace esa persona que está “tan ocupada”. Sin embargo, a la hora de un ascenso laboral o de un simple reconocimiento por parte del jefe, el premio no se lo suele llevar quien realmente más trabaja y más lo merece, sino el que mejor lo aparenta -o, por qué no decirlo, finge-.

Hay empleados que son auténticos expertos en saber cómo parecer ocupados. Entre sus trucos están llenar de papeles su mesa de trabajo como si tuvieran mucho que hacer, hablar en voz alta por teléfono para que los demás vean su capacidad para resolver problemas y dejar claro a todo el mundo, una y otra vez, que tienen “mucho lío” o que están “hasta arriba de trabajo”.

Todos hemos utilizado estas expresiones muchas veces, pero hay quien se sirve de ellas para hacer creer a los demás que trabajan mucho y están muy ocupados con dos objetivos principales: aparentar lo que no son y tener la excusa perfecta para que no les asignen más trabajo o librarse de las tareas que menos les gustan.

También hay otro indicio que nos puede servir para desenmascarar a uno de estos trabajadores que parecen ocupados cuando en realidad no lo están: las horas de más que pasan en el trabajo. No las horas de más que trabajan, sino las que pasan en el lugar de trabajo, que es algo muy diferente. Así refuerzan su imagen de que siempre están muy ocupados aunque en realidad estén delante del ordenador navegando por internet o mirando las redes sociales.

Detrás de esta especie de estatus profesional como es el de parecer ocupado se esconde un problema mayor. En España se sigue confundiendo la productividad con las horas de trabajo. Por eso se prolongan tanto nuestras jornadas de trabajo, por eso es tan difícil la conciliación entre la vida laboral y familiar y por eso nos sigue costando tanto salir del trabajo a nuestra hora porque puede estar mal visto por nuestro jefe o por nuestros compañeros.

Si lo que realmente contase fuera la productividad, los expertos en parecer ocupados no se aprovecharían de la situación como lo hacen…

En Oficina Empleo tenemos cientos de procesos de selección con los que empezar a trabajar en Calidad o en el sector que se adapte a ti. Si lo prefieres, puedes descubrir en nuestro Blog cómo trabajar en Cuenca y muchas más empresas ¡Mira!