Seguramente habréis visto en la tele mil veces a los famosos aludir a su representante artístico. En ocasiones, este profesional no solo ‘tiene’ a ese famoso, sino que representa a varios. Y ya el colmo es que ese representante hay veces que es hasta más conocido que el propio representado. ¿Qué hay que hacer o qué cualidades hay que tener para desarrollar esta actividad? Se trata de una profesión muy sacrificada pero también muy bien remunerada, así que comprueba si reúnes estas condiciones.
1. ‘Conexión’ con la industria
Vamos a resaltar como primera condición tal vez la más difícil de cumplir, la de tener contactos. Puedes tenerlos previamente o por el contrario puedes esforzarte en hacerlos a base de que te vean esos famosos. Puedes hacerlos por ejemplo si trabajas en un medio de comunicación, así te será más fácil acceder a ciertos personajes.
2. ¿Titulación?
No se ha definido un título específico para ser representante artístico, si bien es cierto que has de dominar algunos campos como por ejemplo la relación con los medios de comunicación, las redes sociales, conocer el ‘mundillo’ artístico…
3. Don de gentes.
Está claro que otro de los requisitos que se le exigen al un representante es la de don de gentes, ser un buen relaciones públicas, diplomático, saber convencer, saber llevar a tu representado por donde tu quieres que vaya, tener mucha mano izquierda. Porque ya se sabe que muchas veces los famosos o artistas tienen un carácter muy especial… pues bien, hay que saber moldearlo para que su carrera vaya viento en popa.
4. Ser un buen negociador.
En esta profesión, se requiere hacer negocios continuamente con agentes del sector como directores, productores, patrocinadores y ejecutivos de negocios del cliente en cuestión. Así, un buen representante debe mostrar buenas habilidades de comunicación para transmitir eficazmente la información sobre el cliente. La escucha activa y la percepción son indispensable para reconocer y entender la reacción de la audiencia ante la presentación de tu representado. También se debe poseer habilidades de negociación y persuasión para cerrar los tratos comerciales.
5. Tener conocimientos en la administración.
Al final, ser representante es tener tu propia empresa por un lado, y gestionar los contratos de una tercera persona, por lo que resulta obvio que es necesario un profundo conocimiento en el campo de la administración de empresas para sacarle el mayor rendimiento económico a tu actividad siempre de acuerdo a la legislación vigente, que dicho sea de paso, también convendría conocer.
6. Tener ‘buen ojo’ para captar el talento.
El representante artístico debe siempre estar al día y no conformarse con lo que ya tiene, sino poder ‘fichar’ a más famosos. Así, tendrá que tener ‘buen ojo’ para captar nuevos talentos para que su cartera de clientes esté siempre en crecimiento.
7. Ser capaz de solucionar los problemas del representado.
Ser el representante de un famoso es algo más que el mero hecho de serlo. Es decir, muchas veces se supera la línea meramente representativa para ser un ‘solucionador’ de problemas de cualquier tipo, también de carácter personal. El representante debe estar ahí, al pie del cañón, para solucionarlos o al menos intentarlo, que el representado vea que siempre puede contar contigo. Así que otra de las características del puesto de trabajo es cierta disponibilidad permanente.
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