¿Cómo se tolera la homosexualidad en las empresas?

Al abordar este tema nos encontramos con un gran reto pues hay poca información al respecto.

En 2014 el estudio realizado por Ben Capell, investigador de ESADE Business School y la Universidad Ramón Llull, indicaba que casi un 60% de homosexuales, transexuales o bisexuales han experimentado algún tipo de discriminación en su puesto de trabajo.

Este estudio reveló, además, que los encuestados que habían reconocido haber tenido algún tipo de discriminación por su orientación sexual la habían sufrido de forma indirecta y que se refería a comentarios realizados por compañeros de trabajo y no a una agresión o enfrentamiento directo.

El dato contrasta con la encuesta realizada por el Pew Research Center, también en 2014, donde los datos indicaban que España es el país más ‘gay friendly’, pues el 88% de los españoles acepta la homosexualidad como una opción de vida en la que no hay implicaciones morales. Por lo tanto aún queda una brecha que eliminar para que la teoría y la realidad en el ámbito laboral se incluyan.

Cómo se tolera la homosexualidad en las empresas

Muchas son las empresas que se han definido con la etiqueta de ‘gay friendly’ y así se pudo constatar cuando el estado de Carolina del Norte promulgó una ley contra los gays y lesbianas. La reacción fue inmediata el Deutsche Bank canceló una inversión de 250 empleos, la productora de ‘Los Juegos del Hambre’ canceló la grabación de un episodio piloto y trasladó el set de rodaje a Canadá, o PayPal que también canceló un proyecto en el que se hubieran conseguido más de 400 empleos directos e indirecto. Y así hasta 100 grandes empresas.

Está claro que al igual que el ‘acoso escolar’ o el ‘mobbing’ es difícil detectar este tipo de comportamientos que en muchas ocasiones quedan en una broma, pero en otras, se convierten en un trato discriminatorio o trabas en la promoción profesional. Tal y como cuenta el psicólogo y director del Centro Rayuela, Eparquio Delgado en Hipertextual  la homofobia «es algo social y cultural, que no debemos abordar desde la psicología, sino desde el ámbito educativo».

Las empresas tendrán que trabajar para rechazar este tipo de comportamientos entre sus empleados, y hacerlo de forma explícita si queremos que realmente el problema se solucione y se consiga una normalización plena, además de no perjudicar a los resultados de la compañía, pues hay datos que indican que sentir este tipo de discriminación provoca sentimientos de culpabilidad y tristeza en la persona que los sufre, y por tanto, una disminución en su productividad.

 

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Comentarios
  1. gerard matas torres
  2. gerard

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