Siete cualidades para ser un buen cocinero
Ahora que Master Chef ha creado tanta afición por la cocina conviene recordar que no es oro todo lo que reluce. Al final para ser un buen cocinero, sin llegar a ser Jordi, Pepe o Samantha hay que tener una serie de cualidades para conseguir la excelencia en la cocina.
1. Tener vocación, como en casi todas las profesiones, será mejor si se consigue que tu trabajo y tus aficiones coincidan, pero no hay que cometer el error de confundir el concepto y mantener ambas situaciones separadas.
2. Puntualidad, igual que en cualquier trabajo. Llegar tarde puede ser un problema para no tener un plato previsto listo o que las prisas te hagan ponerte nervioso y, por tanto, estropear en el último momento un guiso que ha llevado tiempo de elaboración y un coste de producción.
3. Ser organizado. Por muchos motivos, pero sobre todo para llevar de forma adecuada la compra de los productos de las recetas que se van a elaborar. No comprar en exceso, ni quedarse corto será fundamental. Igualmente para poder organizar a todos los miembros de una cocina, da igual el tamaño del restaurante, siempre es necesaria la ayuda en la elaboración, vigilancia o durante el servicio.
4. Curiosidad y ciertas dosis de inconformismo. La curiosidad permitirá innovar y que la creatividad fluya, si nos quedamos en la receta de la abuela tal cual, o en los platos que ya hemos demostrado que sabemos hacer, al final, perderemos parte de la magia que puede tener este trabajo.
5. Coordinación y trabajo en equipo. En la cocina todos los participantes en la elaboración de un plato son importantes, desde quien provee los ingredientes hasta el cocinero especializado en repostería o la selección de los vinos. La comunicación, coordinación y trabajo en equipo harán que el resultado final acabe reportando mejores o peores frutos.
6. Pensar en el cliente. Al final hay que tener en cuenta la opinión y los gustos de la clientela que ayuden a modificar y personalizar alguna de las recetas en función de los comensales. Es decir, cierta capacidad de empatía y de vocación de servicio público, dado que, en muchas ocasiones, los horarios implican trabajar cuando el resto de personas se están divirtiendo.
7. Formación y practicar, practicar y practicar o lo que sería lo mismo, cocinar, cocinar y cocinar. Aprender lo básico, el proceso completo será importante para después poder ponerlo en práctica de la mejor manera posible. No se nace sabiendo, y en cocina, aunque pudiera parecer lo contrato tampoco. Unas buenas dosis de observación, serán el complemento perfecto.
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Me gustaría formar parte d vuestro equipo,tengo experiencia d 10 años en atención al cliente.Me gusta el diseño en hogares y creo q puedo encajar en el puesto,un saludo sole