Trabajar desde casa vs ir a la oficina

¿Qué es mejor: trabajar en casa o en la oficina? De entrada, lo más importante es el hecho en sí detener empleo y estar contentos con el trabajo que tenemos con independencia del lugar en el que lo desarrollemos. Dicho esto, es probable que, como nos suele pasar con tantas cosas en la vida, pensemos que la mejor opción entre trabajar en casa o en la oficina es la contraria a la nuestra. Es decir, muchos (no todos) de quienes trabajan en una oficina desearían poder trabajar desde casa; y a muchos (tampoco a todos) de los que trabajan en casa les gustaría trabajar fuera para, entre otras cosas, tener más vida social.

También como tantas otras cosas en la vida, tanto trabajar desde casa como trabajar en una oficina tienen sus pros y sus contras. El problema es que nos cuesta más ver las ventajas de la opción que se ajusta a nuestra realidad y con frecuencia creemos que la otra alternativa es mejor que la nuestra.

Si trabajas fuera de casa es bastante probable que desees trabajar desde casa para no tener que aguantar a tu jefe y/o a algunos de tus compañeros, no tener que gastar dinero en transporte, evitar atascos si vas en coche al trabajo o aglomeraciones si utilizas el transporte público, tener menos estrés y, por qué no, ganar unos cuantos minutos de sueño cada día al no tener que desplazarte para ir a trabajar.

Todas estas son ventajas de trabajar desde casa, pero no debemos caer en el error de pensar que el teletrabajo no tiene también sus desventajas o que no hay nada positivo en trabajar fuera de casa. Una buena manera de comprobarlo es hablar con alguien que lleve tiempo trabajando desde su casa.

Aunque esa persona esté contenta con su situación laboral, es probable que te reconozca que echa de menos entrar y salir todos los días de casa, el contacto con la gente y las cañas con los compañeros después del trabajo. Y puede que en algunos casos y momentos te reconozca que le cuesta mantener una disciplina de trabajo, que le falta motivación o que no recibe ningún reconocimiento por su trabajo. Y si no, sólo tienes que lanzar el comentario que más puede molestar a una persona que trabaja desde casa: “¡Qué suerte tienes, qué bien vives!”…