Cómo trabajar de entrenador personal
¿Eres un auténtico amante del deporte y buscas una salida profesional que esté relacionada con ello? Tal vez te interese ser entrenador personal. Pero eso sí, hay que formarse bien y estar muy preparado. Te vamos a ayudar a decidir tu camino deportivo y profesional con una serie de consejos.
1. Avalado por la formación.
No hay mejor aval que una carrera universitaria y el deporte también tiene la suya: Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Se trata de la formación más completa porque abarca también el ámbito de la anatomía, la fisiología o la biomecánica. Sin embargo, para trabajar de entrenador personal no siempre se requiere esta titulación ya que hay cursos también muy completos que te pueden capacitar para ello. Últimamente te puedes encontrar con que se valore más la experiencia en la práctica deportiva, junto con una cierta formación de base que prepare al candidato para ofrecer un entrenamiento personalizado a los usuarios en base a sus condiciones y sus objetivos personales.
2. Deporte… y trato con la gente.
Es obvio que para ser entrenador personal hace falta que te guste el deporte. Pero atención, no es el único requisito. Al buen entrenador personal le tiene que gustar también el trato con la gente y ser hábil en ese aspecto, con las cualidades propias para ello como ser buen comunicador, saber escuchar, empatía, paciente, etc. Al fin y al cabo se trata de un trabajo de cara al público.
3. Tu imagen, fundamental.
Aunque a algunos les pueda sonar superficial, no podemos pasar por alto que el entrenador personal es juzgado de primeras por su imagen. Ha de ser una imagen acorde a su actividad (el deporte) y para nada puede transmitir dejadez. Es decir, imagen saludable y estar impecable es imprescindible para ejercer y tener éxito. Esto es como un plato de comida… lo primero por donde entra es por los ojos.
4. Buen motivador.
El entrenador personal ha de mostrar siempre liderazgo y transmitir motivación para que sus clientes consigan los objetivos marcados. Todos sabemos la pereza que en muchas ocasiones supone hacer deporte (después de toda una jornada laboral por ejemplo o con mal tiempo) pero el entrenador personal tiene que conseguir que se superen esas dificultades y que el cliente siempre quiera hacer deporte y no pierda la ilusión por ello.
5. Demostrar el conocimiento con argumentos.
Otra cuestión importante es que el buen entrenador personal ha de transmitir sus conocimientos al cliente. Es decir, explicar por qué hacer este ejercicio y no otro, con argumentos sólidos, que se entiendan. Ello le dará rigor y solidez a su trabajo. También tendrá que estar atento a que todos los ejercicios se hagan bien. No basta con decir “haz esto” y dejarlo estar. No. Hay que hacer un seguimiento y que todo se vaya haciendo correctamente.
6. ¿Dónde trabajar?
Llega la hora de buscar trabajo y en general podemos encontrarnos con dos tipos de contratos: trabajar para un tercero (por ejemplo ser contratado en un gimnasio) o trabajar de autónomo con clientes sueltos. Cada uno de los tipos, como en cualquier sector, tiene sus pros y sus contras.
7. Tema legal.
Si lo queremos hacer todo legal, debemos tener en cuenta alguna consideración. Por un lado, tener un buen seguro ya que el entrenador personal no podrá controlar una hipotética demanda de algún cliente que se haya lesionado por nuestros entrenamientos, por ejemplo. Que todos los contratos sean claros antes de firmarlos, tanto con clientes como si trabajamos para un club o un gimnasio. Otro aspecto legal es el del uso de la música. Ya sabemos cómo se las gastan los de la SGAE así que es mejor tener ese aspecto bien atado (sobre todo para clases colectivas donde se usa música).
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Hola soy entrainador de boxeo quiero mas formacion del boxeo