Cómo acoger a los nuevos compañeros de trabajo

No hay nada como la empatía como el consejo más importante para que un nuevo compañero se sienta a gusto en el trabajo. Todos sabemos lo difíciles que son los primeros días así que, poneos en su lugar y hazle ese trance algo más llevadero. Nosotros lo intentamos con estos consejos.

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1. Lo primero, presentarse.

El obvio. Preséntate como Dios manda. Nos explicamos. Hay muchas veces que llegas a un sitio nuevo y siempre hay alguien que te ve que has llegado nuevo y no se molesta en levantarse, ir hacia ti y presentarse, y deja que un encuentro ya inevitable (tres días después por ejemplo) pues obligue a la presentación. No, hombre, por favor. Te levantas y te presentas.

2. Cuéntale cuál es tu papel en la empresa, qué haces.

En el mismo acto de la presentación le puedes contar quién eres en la empresa y qué es lo que haces, y sobre todo para qué momentos tiene que acudir a ti. Es fundamental para que se vaya haciendo el organigrama en la cabeza y sepa quién hace qué y cómo.

3. Ofrécele tu ayuda para cualquier duda.

No dejes de mostrarle tu disposición a ayudarle en cualquier momento. Cuando uno llega a un sitio nuevo a hacer una tarea nueva, es normal que surjan dudas. Incluso puedes preguntarle si le han enseñado las instalaciones y si no lo han hecho (eso debería ser responsabilidad del jefe, pero bueno) pues te ofreces para enseñarlas.

4. Corrígele sin miedo, es normal que se equivoque.

No tengas reparo en corregir o recomendar algo que esté haciendo durante los primeros días. Si lo haces con respeto y educación, lo agradecerá seguro. Muchas veces la iniciativa de corregir ha de partir del trabajador ‘viejo’ (vamos a llamarle así) porque hay ocasiones en las que, por vergüenza (injustificada), el nuevo no se atreve a preguntar.

5. Hazle partícipe de las dinámicas del grupo.

Si por ejemplo os bajáis todos a una hora en concreto a tomar café, u os quedáis los jueves tomando algo, o vais los miércoles a jugar al fútbol, haz partícipe a los nuevos de ello e intenta que se apunten para, lo antes posible, entrar a formar parte perfectamente del grupo y deje de ser ‘el nuevo’.

6. Un correíto no viene mal.

Aunque se lo hayas podido decir cara a cara, un correo electrónico nunca viene mal como medida de acogida. Por ejemplo un ‘hola Antonio, soy Jesús, como te he dicho antes, me tienes aquí para lo que quieras, no te cortes en preguntarme cualquier duda, etc., etc…”. Seguro que lo agradecerá.

7. Pero tampoco chismorrees.

Deja que el nuevo compañero emita sus juicios sin ser condicionado. Es decir, tampoco empieces el primer día a contarle chismes o a hablar mal de nadie. Cuéntale lo justo para que entienda ciertas bromas o mecanismos de la empresa, y el resto ya irá descubriéndolo él solo. Y lo más importante, se formará una opinión propia.

8. No le veas como un rival.

Cuando alguien siente rechazo por ti, por algún prejuicio injustificado, se nota. Así que eso es lo que tienes que tratar de evitar con tus nuevos compañeros. No vienen a quitarte el puesto ni a quitarte trabajo, vienen a aportar y a mejorar.

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