Consejos de supervivencia si trabajas en hostelería

Todos sabemos que la hostelería es uno de los trabajos más ‘esclavos’ que existen, pues para empezar no entiende de fines de semana y festivos. Tratar con los consumidores, con el público directamente, es también uno de los asuntos más delicados del sector, ya que desgasta muchísimo y puede provocar muchos problemas. Si trabajas en hostelería seguro que sabes de lo que hablamos. Pero además de todo ello, hay mil cosas más a tener en cuenta. Nosotros vamos a darte algunos consejos.

1. Acude a trabajar habiendo descansado correctamente

Físicamente, el trabajo en hostelería es cansado. Para aguantar es importante que hayas descansado correctamente ya que no vas a tener la oportunidad de descansar durante tu jornada y por tanto vas a rendir menos: estarás menos atento, más torpe con los platos y vasos, más lento, puedes hacer mal las cuentas… Si en todos los trabajos es importante haber descansado, en este mucho más.

2. Siempre una sonrisa

Atiende a tus clientes de la misma forma que te gustaría que te atendieran a ti, siempre con una sonrisa. ¿Es difícil? Sí, seguro que en ocasiones será casi imposible ya que te encontrarás frente a clientes absolutamente insoportables. Pero no desesperes, conciénciate bien, apúntate incluso a sesiones de mindfulness si es necesario, a clases de interpretación, pero una de las cualidades más importantes en hostelería es la de saber separar cómo te gustaría actuar de cómo debes hacerlo.

3. No abuses de los productos que ofreces

Trabajar en un bar o en un restaurante supone estar cerca de bebidas y comidas en las que podemos caer y cuyo abuso no nos viene nada bien por motivos de salud. Hay que ser fuertes y tratar de no picar. Hablamos por ejemplo de bebidas alcohólicas o alimentos poco saludables. Si por estar cerca de ellos, todos los días abusamos, finalmente nuestra salud se resentirá.

4. Ejercicio físico y de recuperación

Por las características de la hostelería, sus trabajadores están expuestos a ciertas secuelas físicas (varices o ciertos dolores musculares por ejemplo) que pueden prevenirse en cierto modo con unos hábitos saludables como hacer deporte. También puede venir muy bien acudir al fisioterapeuta a recibir tratamiento preventivo que relajará tus músculos.

5. Organiza tu trabajo y sé ordenado

Cuando en hostelería estás hasta arriba de trabajo es más importante que nunca que seas ordenado en tu trabajo y no dejes para más tarde cosas que tienes que hacer porque al final se te acabarán olvidando. Sé ordenado con tus mesas o tu barra por ejemplo, prioriza.

6. Rápido pero sin ser atropellado

Una de las cualidades que más valoran los usuarios en la hostelería es la rapidez, así que ya sabes, hay que ser rápido. Pero como decía aquél spot, ‘la potencia sin control no sirve de nada’, y en este caso no puedes ser rápido de manera atropellada. Demuestra rapidez pero sin ser un manojo de nervios que va a los sitios corriendo y transmitiendo estrés allá por donde pisa. Tus clientes te lo agradecerán.

7. Apóyate en los compañeros

Como en cualquier otro trabajo, llevarse bien con los compañeros es muy importante. Pero en este caso, cuando tienes mucha actividad, ellos pueden ayudarte. Apóyate en ellos y pídeles ayuda cuando la necesites, no hay que ser ni vergonzoso ni orgulloso.

8. Los compañeros, para desconectar

En una actividad como la hostelería, que es un auténtico no parar, todo será mejor si además de apoyarte en tus compañeros para cuestiones de trabajo, lo haces también para desconectar en algún momento en el que puedas hacer un descanso de cinco minutos, en bromas entre vosotros (de puertas para adentro)… buen ambiente de trabajo, vamos.

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